Maniel me acompaño por el linde del rio un rato mas, en silencio, solo éramos dos personas paseando, pero me costaba respirar, hasta el mas pequeño poro de mi piel sentÃa la presión que ejercÃa el poder de la maga, al rato llegamos a un par de grandes piedras justo al lado de la corriente del rio, ella me señalo con la cabeza una de ellas y se sentó ante la otra, nos miramos, a menos de un metro de distancia el uno del otro, y entonces ella empezó a hablar.
Mi maestro estará contento- dijo mirándome a los ojos, podÃa verme reflejado en sus pupilas de un azul casi cristalino, que digo, si me hubiera concentrado el tiempo suficiente podrÃa haber visto mi alma a través del reflejo de sus ojos, eso me trastornó, si yo podÃa ver mi alma a través de un reflejo, que podrÃa ver ella?- Que un buen historiador cuente nuestra leyenda es algo que toma en mucha importancia antes de cada reencarnación... y él se acerca, casi esta aquÃ.
Hipnotizado, enamorado por sus profundos ojos, tarde unos segundos en reaccionar, cuando lo hice mi piel tomo un color rojizo, "la marca de la vergüenza" pensé. Poderosa maga o simple mujer, no está bien mirar a una dama de tal forma, fui educado en esa creencia, y supongo que con ella moriré. Segundos mas tarde, cuando el rubor de mi rostro descendió lo suficiente para dejarme pensar con claridad, me aventure a preguntarle- Vuestro maestro?
Si-respondió la mujer (si eso es lo que era)- El maestro Zeridian, el único mago de los 4 fundadores que sigue entre nosotros, o eso creÃa yo, esa ráfaga de viento confirma mis sueños -contuvo la respiración unos segundos, como si temiera continuar- ...uno de los antiguos ha regresado.
Hay estaba yo, ante uno de los seres mas poderosos que jamás pude soñar, embobado por su belleza, hipnotizado por su ojos, el sueño de cualquier historiador, el gran filón de oro de cualquiera que se dedica a buscar en las entrañas de algo, sea historia o roca y para mi sorpresa(y desazón) no entendÃa ni la mitad de lo que me decÃa, pero mi estúpida y débil mente mortal no querÃa romper la burbuja que se habÃa formado entre nosotros, sabedor de que una vez rota no volverÃa jamás, asà que hice lo único que mi mente me propuso, la única opción viable que un hombre puede hacer en esa situación. De esta forma asentÃ, para indicarle que comprendÃa y que querÃa que continuara.
Te explico- dijo dulcemente, aunque podrÃa haberme gritado, insultado y golpeado y yo habrÃa seguido pensando que era dulce- Como ya te he explicado todos los magos somos poseedores de una virtual inmortalidad, morimos si, pero podemos volver del mundo de los muertos a voluntad- sus sensuales labios se separaron para mostrar sus blancos dientes en la sonrisa mas encantadora que jamás habÃa visto.- Pero no todos los magos nacemos a la vez, llevo tres vidas mortales a mi espalda, y aunque esto pueda sorprenderte, cualquier mago realmente poderoso dirÃa que solamente soy una niña- su sonrisa se ensancho un poco mas y al final rio con ganas, mi cabeza formo la imagen de un ángel, desde luego si los ángeles podÃan ser tan hermosos- Por lo tanto hace poco que soy miembro de Poder Hispano, aunque ahora volvamos a ser los guardianes de Ekrom, un reino que jamás habÃa escuchado hasta que me narraron la historia que yo misma te he contado, lo único que tienes que saber es que mi maestro, me pidió personalmente que te revelara esta historia, para que tu se la contaras al pueblo de esta tierra.
SeguÃa sin entender nada, palabras vacÃas para el entendimiento de un mortal, pero mi mente, hilaba lo suficiente, este poderoso ser, esta hermosa mujer, servÃa a un mago mucho mas poderoso, uno de los cuatro fundadores, que levantaron el reino de Ekrom, y a petición suya me habÃa instruido en su historia.
Con su dulce sonrisa siguió hablándome, despacio, para que me diera tiempo a asimilar la información- Ahora bien, esta historia que te he contado, es la historia que mi maestro me conto, hasta el dÃa de hoy la única versión de la historia total, pero eso ha cambiado, y tu como historiador sabrás la importancia del contraste de opiniones.
Me quede colapsado, no sabia si habÃa entendido bien que me querÃa decir, probablemente no, como enseguida descubrirÃa, pero aun asà me aventure a preguntarle- Significa que la versión del maestro Zeridian no es verdad..- No pude terminar la frase, un trueno retumbo el en azul (y totalmente despejado) cielo matinal, su mirada se encendió como una llamarada, como si las puertas del infierno estuvieran justamente detrás de sus pupilas y su dulce gesto cambio, deformando su bello rostro en una mueca de ira.
-Jamás pongas en duda la fidelidad que tengo a mi maestro- dijo alzando la voz, pero sin gritar- Ni me mentirÃa ni lo intentarÃa, es un hombre noble- se tranquilizo un poco pero la ira seguÃa en sus ojos- Si te cuento esto es porque como historiador DEBES saber todas las partes de la historia, y te ofrezco la oportunidad de ello.-
Asentà en silencio, realmente asustado y sorprendido, por un momento vislumbre en la mirada de esa maga parte de su poder, parte de su esencia, y desde luego su alma no era el alma blanca e inmaculada que yo habÃa creÃdo, habÃa oscuridad en lo mas profundo de su ser, maldad? no, sin duda no era maldad, pero habÃa algo oculto, latente, y brutalmente encerrado, buscando una oportunidad, una brecha para aparecer, un momento desesperado, un segundo de supervivencia entre la vida o la muerte, para mostrarse y hacer algo que todo el mundo calificarÃa indigno de ella, pero que por otra parte posiblemente salvara su vida. Mientras mi mente daba vueltas a esa idea, ella se tranquilizó, posiblemente a causa de mi temor, pero ya no sonreÃa, su deslumbrante belleza volvió a su rostro, ocultando esa mueca de ira, ese subser que habitaba en lo mas profundo de su corazón, el cual no deseaba estar presente cuando tarde o temprano volviera a aparecer.
-A estas alturas ya se habrán encontrado- DecÃa de forma seria, casi impersonal- y aunque mi maestro no lo sabe, yo si se el desenlace de su conversación, tengo una misión importante para ti mortal, debes ir en busca de ese mago, desconozco cual de los otros tres ancianos es, pero se que será poderoso, y que no quiere saber nada de nosotros- se adelanto un poco y poso la mano sobre mi rodilla, luego volvió a sonreÃr, pero no tan jovial como antes- debes encontrarle, escuchar su historia y volver a contárnosla a todos, y si consigues traerlo de vuelta, mucho mejor- bajo la mirada un segundo y añadió- aunque dudo que consigas nada de el, excepto si acaso un bonito relato.
Adelante la cabeza un poco, y me puse a la altura de sus otra vez cristalinos ojos, nuestras cabezas **nuestros labios** solo estaban a unos centÃmetros la una de la otra, y le susurre, casi con miedo a romper ese precioso momento- Dime donde y como encontrarlo y tendrás tu historia-
Ella se adelanto un poco mas y acerco sus carnosos labios a mi oÃdo, y comento, en secreto, como si las rocas y arboles del valle, únicos y mudos testigos de nuestra reunión pudieran escucharnos- Ve al sur, cruza la frontera del reino, y sobrepasa las tierras baldÃas, donde nada crece-dijo- tardaras en darle alcance como mÃnimo un mes, como máximo dos, infórmate de todos los poderosos magos de la zona e intenta reunirte con ellos, el negara ser quien es, pero gracias a una conversación que tuve hace años con mi maestro se como identificarlo- bajo aun mas el tono de voz, a un nivel casi imperceptible- di "Un viejo pacto entre cuatro magos..." la mayorÃa de la gente no sabrá como responderte, pero el mago en cuestión se verá obligado a continuarlo y créeme, cuando escuches la continuación verdadera no tendrás ninguna duda.
Asentà por última vez, extasiado por la magnitud de mi misión, y por la gran oportunidad que se me brindaba, durante unos segundos me quede quieto, anonadado, pensando en mi futuro, en el viaje que se abrÃa ante mi, luego alargue mis dos manos y rodee la mano de Maniel con ellas, la acerque a mis labios y la bese, al segundo estaba de pie mirándola, y en ese momento le dije- no temas mi señora, encontrare a ese mago, y traeré su historia, sino a el mismo, a la tierra de Ekrom-
Ella me brindo un esbozo de sonrisa, se levanto a la vez que una ráfaga de viento levantaba su melena oscura, murmuro unas extrañas palabras y miro al cielo, cuando bajo su mirada sus ojos estaban blancos, vacios, acto seguido empezó a disolverse en el aire, a los pocos segundos no quedaba rastro de la mujer, ni prueba alguna de nuestra conversación, tentado estuve de pensar que todo habÃa sido un sueño, pero justo antes de que mi mente formulara la idea, una voz que no era mÃa apareció en mi mente- Cuento contigo mortal, nos reuniremos en el castillo real, tengo la corazonada de que mi maestro querrá volver a abrirlo a su pueblo- De esta forma acabe solo en uno de los lugares mas bellos de toda la tierra de Ekrom, y no pude hacer otra cosa que mirar el precioso cielo y preguntarme si algún dÃa volverÃa a pisar mi hogar.
No tarde en ponerme rumbo a lo que mas tarde llamarÃa "El viaje de mi vida", el cual no fue una gran aventura, por lo menos no de las que los bardos suelen contar, no hubo asaltantes, emboscadas ni damiselas en apuros, pero aun asÃ, a dÃa de hoy puedo decir que tanto el viaje como el desenlace de el, fueron las experiencias mas intensas de mi vida, cuando regrese era un hombre mas sabio, mas valiente y sobretodo un hombre con una meta.
Mi primera escala pudo ser resumida en unas pocas palabras, aburrimiento, y tedio, pero un narrador debe contar todas las partes de una historia, por pobres que sean, para que el receptor no pierda el hilo, seguà sendas, bosques y valles hasta llegar a la grandiosa ciudad de Auxis, uno de los principales focos de comercio del reino de Ekrom y una de los muchos baluartes mágicos de todo el, de una arquitectura única que se basa en dos sÃmbolos mundialmente conocidos una gran muralla en forma de circulo que protege toda la ciudad, dentro de ella un pentagrama, en el que sus puntas son grandes torres construidas en medio de la muralla circular, una torre por cada escuela de magia, unidas todas ellas por grandes caminos para formar la estrella de cinco puntas, de esta forma la ciudad tiene forma de un poderoso circulo de contención mágica, convirtiéndola en una de las ciudades mejor protegidas de toda terra (incluso mas que la propia ciudad de Ekrom), ya que la magia dentro de la cuidad solo puede ser utilizada por magos que hayan pasado por un largo y costoso ritual, el cual hay que renovar cada seis meses.
En la ciudad me unà a una caravana de Nómadas que se dirigÃan hacia el sur, mas allá de las tierras baldÃas, donde se encontraba mi objetivo. Nómadas, un pueblo huraño y hosco, gente posesiva y cerrada, poco amantes de las palabras sin sentido y cruelmente sinceros, sin duda alguna Hazrir, lÃder de esa caravana era un claro ejemplo de ello, un ser complicado pero de gran corazón al que me costó mucho conocer en profundidad, de ojos oscuros y mirada penetrante lideraba su grupo desde hacÃa unos pocos años, cuando su padre murió. Cuando conseguà por fin ganarme su confianza, tanto él como el resto de nómadas se abrieron a mi, son una sociedad cerrada, que vive del comercio entre lejanos paÃses, vendiendo a precios elevados maravillas de tierras muy distantes, valoran en gran medida lo que la gente normal llama "sus defectos" asà que la forma mas fácil de llegar a su corazón es mostrándote territorial con tus posesiones y siempre siendo sincero, si puede ser hasta de forma cruel (ellos mantienen que la crueldad es la mejor forma de que una persona intente arreglar sus defectos)
Hice la gran mayorÃa del viaje con esta gente, sobre la cual más adelante escribà un libro sobre su historia y costumbres, el cual fue mi mayor éxito, ya que todos los comerciantes se hicieron con una copia para conocerlos mejor y tratar con ellos de forma mas justa, es curioso como dan vueltas las cosas, consigo la historia mas increÃble jamás contada, y resulta que al final, lo que me llevo a la verdadera fama fue un libro sobre costumbres de unos nómadas.
Tuve que despedirme de mis amigos antes de hora, ya que hazrir decidió regalarme su bien mas preciado, la mano de su hija pequeña como presente para el extranjero que escribÃa la historia de su pueblo (el primero que se dignaba a hacerlo de hecho), y aunque la joven era realmente hermosa, y yo le gustaba bastante, decidà negarme lo que hizo que mi estancia entre esa gente empezara a ser un poco tirante, asà que antes de terminar de cruzar el árido desierto que eran las tierras baldÃas, y con mucha pena en mi corazón (y en el de ellos) me despedà de esa gente a la que llegue a querer y nunca mas volvà a ver.
Pasado ya mes y medio desde mi despedida con Maniel deje atrás el desierto, y llegue a una tierra de llanuras y pastos, una tierra seca y árida, que aunque no era desértica, pronto lo seria, mire mi bolsa y vi que estaba empezando a quedarme sin provisiones, asà que durante los siguientes dÃas mantuve mi vista fija en el horizonte para ver si encontraba alguna población o villa donde comprar vÃveres, al final, un dÃa vislumbre una granja.
Mas que una granja era una diminuta y cochambrosa cabaña con un par de pequeños campos resecos delante y detrás de ella, mientras me acercaba pude ver como un campesino salÃa de uno de esos campos, y se cubrÃa los ojos con la mano para verme sin que le molestara en sol, el hombre espero paciente los minutos que a mi montura y a mi nos costó llegar a su altura, se trataba de un simple labriego, con un peto completo que se sujetaba por unos tirantes que estaban encima de una gastada camisa, estaba sin afeitar, y tanto su tez como su pelo eran realmente oscuros(posiblemente a causa de la exposición al sol), el hombre me miro de arriba abajo durante unos segundos y espero a que le hablara.