Historias de Ekrom

Iniciado por ElTioPaco, Octubre 25, 2007, 11:44:44 AM

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ElTioPaco

Asolado por el tedio se decidio, dio aquel paso que tantas veces habia querido dar, pero no se atrevia, junto toda su fuerza de voluntad, se acerco al borde de la nube donde descansaba y se dejo caer.

El viento silvaba con fuerza mientras el espiritu caia, se acercaba peligrosamente a terra, cada vez a mas velocidad, asi que dado que no tenia tiempo que perder busco un punto de referencia, un viejo camino se lo dio, cada vez mas cercano, la aceleracion del descenso era brutal, ya podia distinguir a las personas, que rapidamente pasaron de ser unos pequeños puntos, a llenar completamente su angulo de vision, a un palmo de estampar su fantasmagorica cabeza contra el suelo cambio de rumbo. Decidio que su objetivo se encontraba al este, y hay se encamino. Volaba a gran velocidad, a ras de suelo completamente, sabedor de que era invisible para los mortales, los cuales solo notarian una potente rafaga de viento que tiraria sus sombreros, y levantaria la falda de sus mujeres, un viento que ni siquiera se movia por su presencia, sino por la velocidad a la que se desplazaba.

Al rato decidio ganar un poco de altura y asi poder contemplar el paisaje, empezaba a serle conocido, paso a gran velocidad la loma de la esperanza, para llegar enseguida a la llanura carmesi, lejos a gran distancia se veia una gran cordillera, donde se diferenciaba una gigantesca montaña, tar zaruk, poseedora de las antiguas minas de erebos, lugar donde los enanos intentaron domar a los dragones azules, y fueron exterminados. Mas alla de esa cordillera se encontraba su destino.

No tardo mas de unos minutos en entrar en la frontera del reino de Ekrom, si hubiera tenido ojos, hubiera llorado, cruzo infinitos campos, y pastos, fascinado por las riquezas que el reino habia acumulado con el tiempo, el no lo recordaba asi, lo recordaba pobre, asolado por interminables guerras, y probisto de una cantidad enorme de valientes y heroes que darian su vida por defenderlo, pero ahora, era un lugar tranquilo, donde los aldeanos vivan en paz, cortejando a bellas mujeres para tener grandes familias, todo era extraño en ekrom, y de repente una voz le hablo en su cabeza- Eso es porque aun no hay magos, pero pronto cambiara- Al principio no la reconocio, pero a los segundos lo hizo, era su propia voz, no la voz de espiritu como era ahora. sino la del joven y despiadado mago que una vez fue, esa voz, sincera pero cruel, que algunos tachaban de pedante y sobreconfiada, le asusto, no lo suficiente para dar media vuelta, pero si para incomodarlo.

Despues de lo que le parecio una eternidad de campos de cultivo, tanto castillos como torres abandonadas, y bellos parajes que ya creia olvidados, vislumbro el punto final de su trayecto, en el horizonte aparecio la gran ciudad de Ekrom, capital del reino y en su tiempo hogar mortal.

Las viejas murallas que el conocia ahora solo rodeaban el centro antiguo de la ciudad, esta habia crecido considerablemente y 3 nuevas hileras de murallas (al parecer distantes en tanto en terreno como en tiempo) habian rodeado diversas capas de ella, se detubo en frente del palacio real, una sonrisa ironica aparecio en su translucido rostro, el habia sido testigo de la desaparicion del ultimo rey, mucho tiempo antes de la fundacion de esa misma ciudad, y testigo de la construccion de ese palacio, por si algun dia se reinstauraba la linea real. Se quedo mirando las escalinatas unos segundos y giro a la izquierda, dirigiendose a un grandioso y antiguo edificio (tan antiguo como la misma ciudad),  y se paro ante las viejas puertas de madera, eran magestuosas, labradas por los mejores artesanos de su tiempo, de 3 metros de altura y mas de 2 de anchura, en ellas habia un cartel clavado (una verdadera profanacion en su opinion, pero eso daba igual).

"Templo del saber: Biblioteca principal de la cuidad de Ekrom
Se prohibe la entrada a todo mortal hasta el retorno de los magos"

Bueno, el no era un mortal, y desde luego fue un mago, asi que no habria problemas con ello. Dio un paso adelante, pasando a traves de la solida madera, mientras cruzaba pudo notar el cambio de temperatura y de humedad en el ambiente, dentro del edificio hacia mucho calor y muy seco, ademas poca luz se filtraba a traves de las cristaleras de colores que estaban en las paredes casi a la altura del techo, estas estaban sucias y llenas de polvo, como todo en el interior del templo.

Camino sin rumbo fijo entre las estanterias, recordando tiempos pasados, sus pasos habrian sonado por todo el edificio si hubiera tenido pies con los que hacer ruido, ya que el silencio era tan espeso como el polvo encima de las abandonadas mesas de estudio, miro los libros, muchos le sonaban, pero otros eran nuevos, paso por la estanteria de "mecanica espacial" y se rio por dentro, esos libros eran de un tiempo muy anterior a Ekrom, de antes de que ellos llegaran a Terra, eran libros del Consorcio de Poder Hispano, dominantes de varias galaxias. Divertido se pregunto que pensarian los nuevos magos de esos libros.

Siguio pasando estanterias hasta que un libro lo detuvo, se quedo mirando su lomo y lo que vio helo su sangre "Guia basica de magia ascendete, por ElTioPaco"

Miro el libro, y se prengunto, en voz alta (toda la voz que puede tener un espiritu)- Que hago yo aqui?-

-Cierto, que haces aqui?- Contesto una voz al principio del pasillo-La sabiduria albergada en estos libros no esta disponible para cualquiera-

El espiritu giro lentamente la cabeza y lo miro a los ojos, sabia quien y que era lo que habia hablado incluso desde antes de que empezara a hablar.

Lo que vio fue otro espiritu, un antiguo conocido y amigo, este al reconocerle cambio su dura voz por otra mas neutra- Asi que eres tu, hacia mucho tiempo que no te veia-

El visitante volvio su mirada al libro, luego al espiritu de la biblioteca- Me alegro de verte, y de que estes bien- dijo medio abatido y por supuesto, sin sonreir.

Su interlocutor le sustubo la mirada y contesto- Todo lo bien que se puede estar muerto, no? pero bueno, este estado no durara mucho mas, la reencarnacion se acerca, los magos volveran-

El espiritu no pudo sostener su mirada mas y clavo su vista en un punto en el suelo, a sus pies, para decir- Si, se que se acerca la reencarnacion, creo... que por eso estoy aqui-

La contestacion no tardo ni un segundo en llegarle- Asi que has decidido reencarnarte esta vez ,no?, supongo que volveras a casa con nosotros....-

El espiritu levanto su mirada y clavo una triste mirada en el fantasma del comienzo del pasillo- Si, me reencarnare, pero este ya no es mi hogar-

-Como que no es tu hogar?, Tu nos ayudaste a levantar este edificio, tu escribiste gran parte de estos libros, estaban con nosotros cuando llegamos a Terra, eres de los pocos que conocio en persona al Rey, lideraste este pueblo de forma justa cuando se te necesito, si tu no puedes llamar a Ekrom tu hogar, quien puede hacerlo?- Pregunto exasperaro el antiguo mago.

Volvio a separar su mirada de su antiguo amigo y a prestarle atencion al libro- Este es el hogar de los magos y guerreros que han vivio en esta tierra durante generaciones, de aquellos que armaggedon tras armaggedon se reencarnan para proteger esta tierra, para dar su vida por ella si es necesario, ellos son los que pueden llamar a Ekrom su hogar, la mayoria de ellos no saben quien soy, una minoria apenas me recuerda, el tiempo ha pasado, Ekrom ha cambiado, no hay lugar para viejas glorias, la sangre nueva se basta- poso su dedo sobre el tomo del libro, para quitar el polvo acumulado en el durante tantos años, no consiguio apartarlo, su etereo dedo lo traspaso.

Durante unos segundos se hizo el silencio, luego fue respondido- Pero... te necesitamos....-

Un grito furioso inundo el templo, por suerte solo los espiritus pueden oir a los espiritus- EKROM NO ME NECESITA-

Una suave risa, acompañada de unas amables palabras lo tranquilizaron- Claro que Ekrom no te necesita, ni a ti, ni a mi, ni a ninguno de los magos que la habitan, porque Ekrom es inmortal, es un sueño, es magia, y vive aqui -dijo tocandose la sien- y aqui - tocandose el corazon- nada puede destruir ekrom, lo que ves, lo que nos rodea solo es piedra, una escusa para poder tocar y ver la gran cuidad del saber y la magia, y un lugar donde dormir, podras tirar estos muros, debastar estas tierras, y no destruiras ekrom, puede que consigas que la olviden, pero nunca sera destruida. No es Ekrom quien te necesita viejo amigo, sino la gente que la habita, los viejos y nuevos magos, a los que tu estancia aqui daria esperanza.

Se quedo quieto, indeciso, sin saber que responder, luego miro al fondo del pasillo en el que se encontraba (en la otra direccion que su compañero) y vio 4 retratos de 4 magos colgados de una pared, los señalo con la cabeza- Que sabes de ellos?-

-Lo mismo que sabia de ti hasta hace unos minutos- dijo casi en un susurro, para luego añadir- pero si tu estas aqui, quien sabe cuando pueden aparecer-

El espiritu nego con la cabeza, era improbable que coincidiera con ellos, asi que pregunto- Asi que eres el ultimo, no?-

-Si, lo soy, sino te contamos a ti-

Se acerco andando hasta su amigo, pero cuando llego a su altura no se detubo, siguio andando y mientras se alejaba dijo- En ese caso cuando te reencarnes quizas deberias alojarte en el castillo real, hace mucho tiempo que nadie lo habita, y ekrom te lo debe tanto como tu se lo debes a el- Se empezo a desvanecer pero antes de desaparecer del todo añadio- Me reencarnare, y tendras noticias mias, lo que no te aseguro si sera para bien, o para mal-


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Compadre compreme un coco, compadre coco no compro, porque el que poco coco come, poco coco compra, yo como como poco coco, poco coco compro, Compadre! Compreme un coco!

Zeridian

-Silencio!

Sin embargo, a mi alrededor no habia bullicio alguno. Entendi pues que aquella voz no trataba de silenciar el mundo externo; sino, por el contrario, trataba de silenciar mis pensamientos y a mi mismo.

Nada podria describir el profundo dolor que senti en mi cabeza al escuchar esa simple palabra. Fue tan duro que cai sobre mis rodillas y tome mi cabeza entre mis manos. Ese unico dolor solo podia provenir del hablar de los dioses.

-Tu eres uno de los elegidos- decia la voz y el dolor era cada vez peor-. Tu contaras la historia de este mundo y de lo que esta por venir. Iras al Rio Amal, en las Tierras de Velhilmen y alli encontraras a mi enviado.

Tome las pocas proviciones que necesitaba y empece asi mi viaje desde Ireth, en las Tierras de Thashara, siguiendo el Rio Grande hasta llegar al valle de Khailherm donde por fin llegue al Rio Amal. La vista no podia ser mejor, a orillas del rio la vegetacion crecia en profunda tranquilidad y los animales vivian de igual manera. El sol creaba graciosas sombras que eran proyectadas por los altos arboles que habian alrededor.

Me detuve a esperar por alguna señal y no tuve que esperar mucho por ella; en el medio del rio habia alguien, o algo. Deje caer mis cosas al admirar la belleza de esta criatura. Sin embargo, no podia saber quien era; acaso una mujer comun? una doncella? una diosa? o tal vez una heroina? La respuesta nunca la obtuve.

-Hola elegido, mi nombre es Maniel
-Yo...- y fui interrumpido por su dulce voz
-Se quien eres. No tengo mucho tiempo y tratare de ser lo mas breve posible, pero comprederas que la historia de Terra no puede ser breve- termino su frase con una aguda risa que nunca podre olvidar.

Durante las siguientes horas solamente ella hablo. Yo la miraba y escuchaba atentamente, por momentos asentia con la cabeza para hacerle saber que entendia perfectamente lo que me decia. Asi me conto la historia de Terra, el nacimiento de los siete dioses, la creacion de Terra, la historia de Ekrom, y quizas lo mas importante: la magia.

-Podemos escuchar la historia de Terra?- pregunto una voz de las tantas personas que estaban sentadas a mi alrededor
-Magia? que es eso?- pregunto curiosamente una mujer que sostenia una canaste de manzanas sobre su cabeza
-Ninguna de esas cosas. Todo a su debido tiempo y en su debido lugar- respondi-. La historia de Ekrom, de nuestra tierra, es lo que mas debe importar ahora

Calle unos segundos. Sabia que las personas quizas no entenderian que estaba haciendo yo, pero fue lo que me encomendaron los dioses y no podia fallarles. Pero, para sorpresa mia, nadie se movio. Todos esperaban mi relato.

-Hace mucho años- empece-, muchos mas de los que creemos conocer, estas tierras estaban deshabitadas y no existian mas que valles, bosques y montañas. Pero, Ekrom ya existia.

Este tiempo fue conocido como El Amanecer. Tiempo en el cual la magia reinaba en Terra y era valientemente manejada por magos. Seres como nosotros con conocimientos superiores que podian canalizar las fueras de la energia mana para conjurar hechizos destructivos y conjurar criaturas aterradoras. Capaces tambien de sanar y devolver la vida a tierras muertas, manejar artefactos extraños o simplemente destruir a todos los magos de Terra. Estos magos regresan una y otra vez a Terra para proteger sus tierras y pueblos de la destruccion de otros.

Cuenta la historia que Ekrom en ese entonces era una ciudad real. Se habia creado a si misma, pero luego de ver la lucha por el poder de quienes habitaban Terra en ese momento, Ekrom decidio desvanecerse y permanecer oculta a los ojos de todas las personas. Sin embargo, cuatro poderosos magos llegaron a esta tierra llamada Ekrom y pudieron apreciar su total belleza como nunca antes nadie lo pudo haber hecho. Estos cuatro magos vieron Ekrom con sus corazones.

Decidieron crear cuatro provincias alrededor de lo que llamaron El Castillo Real y cada uno habito una provincia. Durante los siguientes años fueron reclutando magos a su propia causa: la de cuidar esta ciudad magica.

-El Castillo Real? Es decir aquel que esta en el centro verdad? Alrededor del cual se han levantado varios circulos de murallas? Entonces, que era el otro gran castillo?- me interrumpio un joven
-Paciencia joven aventurero- le dije mirandolo fijamente a los ojos- es alli hacia donde va mi historia.

Calle nuevamente por si alguien mas tenia una pregunta, pero las risas y gritos de las mujeres interrumpieron mi silencio. Un fuerte viento, como el alguien que corre muy aprisa, paso entre nosotros. Tuve que coger mi sombrero para no perderlo y las faldas de algunas mujeres se elevaron mas de lo debido. Cuando todos se calmaron continue mi relato.

-El poder es algo que atrae a muchas personas y estos cuatro magos tambien fueron tentados no solo al poder sino tambien a la gloria. Dentro de las Tierras de Ekrom crearon un gremio de magos conocido como Poder Hispano. Los estandartes ondeaban las letras PH y todos los que pertenecian a esta casa conocian su mision: enseñar y defender Ekrom.

Es asi como crearon el Castillo de Poder Hispano al este de Ekrom, en la provincia de Kendor. En este gran castillo estaban los tronos de Los Cuatro Antiguos, los magos que dirigian Poder Hispano y defendian a Ekrom. Sin embargo, con el pasar de los años olvidaron su gran mision y escogieron el camino de la gloria. Sabian que si tomaban ese camino no habria vuelta atras y podria ser el fin de la era de Poder Hispano.

Lucharon como nunca antes lo habian hecho y conquistaron la gloria. Lograron el reconocimiento de los dioses y fueron elevados a una nueva categoria, pero atras quedaria lo que ahora vemos como un castillo semi destruido.

La magia de Terra es abundante nuevamente, lo suficiente para que los magos puedan reencarnarse nuevamente y continuar sus historias. Los dioses me han pedido que les cuente esta historia para estar listos al regreso de nuestros magos.

-A que se refiere con nuestros magos anciano?- dijo una voz arrogante desde el fondo

-Nuestros magos son aquellos que conviviran con nosotros. Nos defenderan de los trasgresores, reconstruiran las murallas y barreras de Ekrom y tomaran sus cuatro provincias para cumplir su vieja mision ya olvidada: defender Ekrom.

-Y Poder Hispano?- pregunto el joven aventurero

-Poder Hispano es historia. Es hora que los grandes y legendarios magos habiten el Castillo Real. Es ahora cuando los magos se uniran bajo el Reino de Ekrom y seguiran el mandato de los dioses.

-Los magos, donde estan?- volvio a preguntar el joven aventurero
-Los magos? reencarnaran o quizas ya lo hicieron. Podrian estar entre nosotros.

Tan pronto como termine mi historia las personas siguieron sus propios caminos, menos una. Se acerco a mi cubierta con una gran tunica y se sento a mi lado. Se quito la capucha que ocultaba su rostro y me miro fijamente a los ojos.

-Gracias- dijo Maniel-, los magos te lo agradecemos. Ahora ven conmigo, tu mision no termina aqui.

Lealtad Hasta la muerte
Por la Gloria!
Por la Victoria!
Por Poder Hispano!

kotoro

espero que aun sigas en el pc escribiendo mas historias¡¡¡


PD: soy ganz, quizas con suerte te suene de algo xD
el que encuentra deja de buscar...

ElTioPaco

si que me acuerdo de ti ganz, si xDD

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Maniel me acompaño por el linde del rio un rato mas, en silencio, solo éramos dos personas paseando, pero me costaba respirar, hasta el mas pequeño poro de mi piel sentía la presión que ejercía el poder de la maga, al rato llegamos a un par de grandes piedras justo al lado de la corriente del rio, ella me señalo con la cabeza una de ellas y se sentó ante la otra, nos miramos, a menos de un metro de distancia el uno del otro, y entonces ella empezó a hablar.

Mi maestro estará contento- dijo mirándome a los ojos, podía verme reflejado en sus pupilas de un azul casi cristalino, que digo, si me hubiera concentrado el tiempo suficiente podría haber visto mi alma a través del reflejo de sus ojos, eso me trastornó, si yo podía ver mi alma a través de un reflejo, que podría ver ella?- Que un buen historiador cuente nuestra leyenda es algo que toma en mucha importancia antes de cada reencarnación... y él se acerca, casi esta aquí.

Hipnotizado, enamorado por sus profundos ojos, tarde unos segundos en reaccionar, cuando lo hice mi piel tomo un color rojizo, "la marca de la vergüenza" pensé. Poderosa maga o simple mujer, no está bien mirar a una dama de tal forma, fui educado en esa creencia, y supongo que con ella moriré. Segundos mas tarde, cuando el rubor de mi rostro descendió lo suficiente para dejarme pensar con claridad, me aventure a preguntarle- Vuestro maestro?

Si-respondió la mujer (si eso es lo que era)- El maestro Zeridian, el único mago de los 4 fundadores que sigue entre nosotros, o eso creía yo, esa ráfaga de viento confirma mis sueños -contuvo la respiración unos segundos, como si temiera continuar- ...uno de los antiguos ha regresado.

Hay estaba yo, ante uno de los seres mas poderosos que jamás pude soñar, embobado por su belleza, hipnotizado por su ojos, el sueño de cualquier historiador, el gran filón de oro de cualquiera que se dedica a buscar en las entrañas de algo, sea historia o roca y para mi sorpresa(y desazón) no entendía ni la mitad de lo que me decía, pero mi estúpida y débil mente mortal no quería romper la burbuja que se había formado entre nosotros, sabedor de que una vez rota no volvería jamás, así que hice lo único que mi mente me propuso, la única opción viable que un hombre puede hacer en esa situación. De esta forma asentí, para indicarle que comprendía y que quería que continuara.

Te explico- dijo dulcemente, aunque podría haberme gritado, insultado y golpeado y yo habría seguido pensando que era dulce- Como ya te he explicado todos los magos somos poseedores de una virtual inmortalidad, morimos si, pero podemos volver del mundo de los muertos a voluntad- sus sensuales labios se separaron para mostrar sus blancos dientes en la sonrisa mas encantadora que jamás había visto.- Pero no todos los magos nacemos a la vez, llevo tres vidas mortales a mi espalda, y aunque esto pueda sorprenderte, cualquier mago realmente poderoso diría que solamente soy una niña- su sonrisa se ensancho un poco mas y al final rio con ganas, mi cabeza formo la imagen de un ángel, desde luego si los ángeles podían ser tan hermosos- Por lo tanto hace poco que soy miembro de Poder Hispano, aunque ahora volvamos a ser los guardianes de Ekrom, un reino que jamás había escuchado hasta que me narraron la historia que yo misma te he contado, lo único que tienes que saber es que mi maestro, me pidió personalmente que te revelara esta historia, para que tu se la contaras al pueblo de esta tierra.

Seguía sin entender nada, palabras vacías para el entendimiento de un mortal, pero mi mente, hilaba lo suficiente, este poderoso ser, esta hermosa mujer, servía a un mago mucho mas poderoso, uno de los cuatro fundadores, que levantaron el reino de Ekrom, y a petición suya me había instruido en su historia.

Con su dulce sonrisa siguió hablándome, despacio, para que me diera tiempo a asimilar la información- Ahora bien, esta historia que te he contado, es la historia que mi maestro me conto, hasta el día de hoy la única versión de la historia total, pero eso ha cambiado, y tu como historiador sabrás la importancia del contraste de opiniones.

Me quede colapsado, no sabia si había entendido bien que me quería decir, probablemente no, como enseguida descubriría, pero aun así me aventure a preguntarle- Significa que la versión del maestro Zeridian no es verdad..- No pude terminar la frase, un trueno retumbo el en azul (y totalmente despejado) cielo matinal, su mirada se encendió como una llamarada, como si las puertas del infierno estuvieran justamente detrás de sus pupilas y su dulce gesto cambio, deformando su bello rostro en una mueca de ira.

-Jamás pongas en duda la fidelidad que tengo a mi maestro- dijo alzando la voz, pero sin gritar- Ni me mentiría ni lo intentaría, es un hombre noble- se tranquilizo un poco pero la ira seguía en sus ojos- Si te cuento esto es porque como historiador DEBES saber todas las partes de la historia, y te ofrezco la oportunidad de ello.-

Asentí en silencio, realmente asustado y sorprendido, por un momento vislumbre en la mirada de esa maga parte de su poder, parte de su esencia, y desde luego su alma no era el alma blanca e inmaculada que yo había creído, había oscuridad en lo mas profundo de su ser, maldad? no, sin duda no era maldad, pero había algo oculto, latente, y brutalmente encerrado, buscando una oportunidad, una brecha para aparecer, un momento desesperado, un segundo de supervivencia entre la vida o la muerte, para mostrarse y hacer algo que todo el mundo calificaría indigno de ella, pero que por otra parte posiblemente salvara su vida. Mientras mi mente daba vueltas a esa idea, ella se tranquilizó, posiblemente a causa de mi temor, pero ya no sonreía, su deslumbrante belleza volvió a su rostro, ocultando esa mueca de ira, ese subser que habitaba en lo mas profundo de su corazón, el cual no deseaba estar presente cuando tarde o temprano volviera a aparecer.

-A estas alturas ya se habrán encontrado- Decía de forma seria, casi impersonal- y aunque mi maestro no lo sabe, yo si se el desenlace de su conversación, tengo una misión importante para ti mortal, debes ir en busca de ese mago, desconozco cual de los otros tres ancianos es, pero se que será poderoso, y que no quiere saber nada de nosotros- se adelanto un poco y poso la mano sobre mi rodilla, luego volvió a sonreír, pero no tan jovial como antes- debes encontrarle, escuchar su historia y volver a contárnosla a todos, y si consigues traerlo de vuelta, mucho mejor- bajo la mirada un segundo y añadió- aunque dudo que consigas nada de el, excepto si acaso un bonito relato.

Adelante la cabeza un poco, y me puse a la altura de sus otra vez cristalinos ojos, nuestras cabezas **nuestros labios** solo estaban a unos centímetros la una de la otra, y le susurre, casi con miedo a romper ese precioso momento- Dime donde y como encontrarlo y tendrás tu historia-

Ella se adelanto un poco mas y acerco sus carnosos labios a mi oído, y comento, en secreto, como si las rocas y arboles del valle, únicos y mudos testigos de nuestra reunión pudieran escucharnos- Ve al sur, cruza la frontera del reino, y sobrepasa las tierras baldías, donde nada crece-dijo- tardaras en darle alcance como mínimo un mes, como máximo dos, infórmate de todos los poderosos magos de la zona e intenta reunirte con ellos, el negara ser quien es, pero gracias a una conversación que tuve hace años con mi maestro se como identificarlo- bajo aun mas el tono de voz, a un nivel casi imperceptible- di "Un viejo pacto entre cuatro magos..." la mayoría de la gente no sabrá como responderte, pero el mago en cuestión se verá obligado a continuarlo y créeme, cuando escuches la continuación verdadera no tendrás ninguna duda.

Asentí por última vez, extasiado por la magnitud de mi misión, y por la gran oportunidad que se me brindaba, durante unos segundos me quede quieto, anonadado, pensando en mi futuro, en el viaje que se abría ante mi, luego alargue mis dos manos y rodee la mano de Maniel con ellas, la acerque a mis labios y la bese, al segundo estaba de pie mirándola, y en ese momento le dije- no temas mi señora, encontrare a ese mago, y traeré su historia, sino a el mismo, a la tierra de Ekrom-

Ella me brindo un esbozo de sonrisa, se levanto a la vez que una ráfaga de viento levantaba su melena oscura, murmuro unas extrañas palabras y miro al cielo, cuando bajo su mirada sus ojos estaban blancos, vacios, acto seguido empezó a disolverse en el aire, a los pocos segundos no quedaba rastro de la mujer, ni prueba alguna de nuestra conversación, tentado estuve de pensar que todo había sido un sueño, pero justo antes de que mi mente formulara la idea, una voz que no era mía apareció en mi mente- Cuento contigo mortal, nos reuniremos en el castillo real, tengo la corazonada de que mi maestro querrá volver a abrirlo a su pueblo- De esta forma acabe solo en uno de los lugares mas bellos de toda la tierra de Ekrom, y no pude hacer otra cosa que mirar el precioso cielo y preguntarme si algún día volvería a pisar mi hogar.

No tarde en ponerme rumbo a lo que mas tarde llamaría "El viaje de mi vida", el cual no fue una gran aventura, por lo menos no de las que los bardos suelen contar, no hubo asaltantes, emboscadas ni damiselas en apuros, pero aun así, a día de hoy puedo decir que tanto el viaje como el desenlace de el, fueron las experiencias mas intensas de mi vida, cuando regrese era un hombre mas sabio, mas valiente y sobretodo un hombre con una meta.

Mi primera escala pudo ser resumida en unas pocas palabras, aburrimiento, y tedio, pero un narrador debe contar todas las partes de una historia, por pobres que sean, para que el receptor no pierda el hilo, seguí sendas, bosques y valles hasta llegar a la grandiosa ciudad de Auxis, uno de los principales focos de comercio del reino de Ekrom y una de los muchos baluartes mágicos de todo el, de una arquitectura única que se basa en dos símbolos mundialmente conocidos una gran muralla en forma de circulo que protege toda la ciudad, dentro de ella un pentagrama, en el que sus puntas son grandes torres construidas en medio de la muralla circular, una torre por cada escuela de magia, unidas todas ellas por grandes caminos para formar la estrella de cinco puntas, de esta forma la ciudad tiene forma de un poderoso circulo de contención mágica, convirtiéndola en una de las ciudades mejor protegidas de toda terra (incluso mas que la propia ciudad de Ekrom), ya que la magia dentro de la cuidad solo puede ser utilizada por magos que hayan pasado por un largo y costoso ritual, el cual hay que renovar cada seis meses.

En la ciudad me uní a una caravana de Nómadas que se dirigían hacia el sur, mas allá de las tierras baldías, donde se encontraba mi objetivo. Nómadas, un pueblo huraño y hosco, gente posesiva y cerrada, poco amantes de las palabras sin sentido y cruelmente sinceros, sin duda alguna Hazrir, líder de esa caravana era un claro ejemplo de ello, un ser complicado pero de gran corazón al que me costó mucho conocer en profundidad, de ojos oscuros y mirada penetrante lideraba su grupo desde hacía unos pocos años, cuando su padre murió. Cuando conseguí por fin ganarme su confianza, tanto él como el resto de nómadas se abrieron a mi, son una sociedad cerrada, que vive del comercio entre lejanos países, vendiendo a precios elevados maravillas de tierras muy distantes, valoran en gran medida lo que la gente normal llama "sus defectos" así que la forma mas fácil de llegar a su corazón es mostrándote territorial con tus posesiones y siempre siendo sincero, si puede ser hasta de forma cruel (ellos mantienen que la crueldad es la mejor forma de que una persona intente arreglar sus defectos)

Hice la gran mayoría del viaje con esta gente, sobre la cual más adelante escribí un libro sobre su historia y costumbres, el cual fue mi mayor éxito, ya que todos los comerciantes se hicieron con una copia para conocerlos mejor y tratar con ellos de forma mas justa, es curioso como dan vueltas las cosas, consigo la historia mas increíble jamás contada, y resulta que al final, lo que me llevo a la verdadera fama fue un libro sobre costumbres de unos nómadas.

Tuve que despedirme de mis amigos antes de hora, ya que hazrir decidió regalarme su bien mas preciado, la mano de su hija pequeña como presente para el extranjero que escribía la historia de su pueblo (el primero que se dignaba a hacerlo de hecho), y aunque la joven era realmente hermosa, y yo le gustaba bastante, decidí negarme lo que hizo que mi estancia entre esa gente empezara a ser un poco tirante, así que antes de terminar de cruzar el árido desierto que eran las tierras baldías, y con mucha pena en mi corazón (y en el de ellos) me despedí de esa gente a la que llegue a querer y nunca mas volví a ver.

Pasado ya mes y medio desde mi despedida con Maniel deje atrás el desierto, y llegue a una tierra de llanuras y pastos, una tierra seca y árida, que aunque no era desértica, pronto lo seria, mire mi bolsa y vi que estaba empezando a quedarme sin provisiones, así que durante los siguientes días mantuve mi vista fija en el horizonte para ver si encontraba alguna población o villa donde comprar víveres, al final, un día vislumbre una granja.

Mas que una granja era una diminuta y cochambrosa cabaña con un par de pequeños campos resecos delante y detrás de ella, mientras me acercaba pude ver como un campesino salía de uno de esos campos, y se cubría los ojos con la mano para verme sin que le molestara en sol, el hombre espero paciente los minutos que a mi montura y a mi nos costó llegar a su altura, se trataba de un simple labriego, con un peto completo que se sujetaba por unos tirantes que estaban encima de una gastada camisa, estaba sin afeitar, y tanto su tez como su pelo eran realmente oscuros(posiblemente a causa de la exposición al sol), el hombre me miro de arriba abajo durante unos segundos y espero a que le hablara.


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Compadre compreme un coco, compadre coco no compro, porque el que poco coco come, poco coco compra, yo como como poco coco, poco coco compro, Compadre! Compreme un coco!

ElTioPaco

Buenos días buen hombre-le dije con una enorme sonrisa mientras apartaba el sudor de mi frente- Estoy de viaje y busco suministros para seguir mi camino.

La única respuesta que me llego fue una mirada vacía, carente de todo sentimiento y animosidad.

Me preguntaba- continúe, esta vez con la sonrisa mas forzada- si usted podría venderme algo de alimento.

Volvió a mirarme de arriba a abajo- pos si tiene con lo que pagarme si puedo adevenderle algo- dijo de forma casi ininteligible, acto seguido carraspeo y escupió al suelo.

Sin saber como reaccionar abrí mi bolsa y le enseñe un saquito que tenia lleno de pepitas de oro, la cara del hombre se ilumino, y me contesto- posi tiene guita el hombrecico posi, con una miaja de eso pami es de sobra ya.-

Además de eso busco información sobre un poderoso mago, podría indicarme si hay alguno por aquí cerca?- le pregunte, luego sonreí y añadí- habrá una recompensa si me da algo a lo que agarrarme.

El hombre miro la bolsa de oro y dijo- Pos pal sur a unas dos semanas hay un mago de esos, tiene enormes bichas con alas de las quescupen fuego, nu se si es poderoso o un amariconao, eso ya no lo se.- volvió a carraspear y volvió a escupir al suelo, de forma realmente sonora y desagradable.

Para mi era suficiente, compre provisiones, un poco de carne y de algo de verdura, y me monte en mi caballo, apurado por alejarme de aquel sucio hombre, que no paraba de escupir y al cual casi ni se entendía, absorto en mis cavilaciones sobre el mago que me había dicho el campesino me di cuenta de que no sabía si recordaba la frase que me dijo maniel, pero si, la recordaba, y para mantenerla mejor en mi mente, decidí repetírmela a mi mismo.

"Un viejo pacto entre cuatro magos..."-dije en un susurro de voz, para recordármelo mejor.

"un pacto entre nobles caballeros..." escuche a mi espalda, al girarme vi al campesino, había perdido su mirada apagada y me miraba con una frialdad perturbadora, empezó a sentir una extraña sensación, algo que ya había sentido... en presencia de maniel.
"Un pacto para proteger una ciudad escondida
Una ciudad que nunca existió excepto en los sueños
Un pacto para recordarla, para estudiarla, para amarla,
Y por supuesto para recrearla, aunque solo una sombra de la original fuera.
Un pacto entre hombres sabios, conocedores del secreto,
Que reside en la ahora oculta, verdadera ciudad de Ekrom"

Que buscas de mi, y porque crees que te lo voy a dar, mortal?- fue la pregunta que siguió a la estrofa, el campesino (si alguna vez fue un verdadero campesino), parecía realmente enfadado.
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La mirada ardiente del mago me recorrió entero, si en el fondo del alma de Maniel había visto oscuridad, lo que vi en este mago fue peor, no había luz ni oscuridad, solo vacio, no había dobles verdades, ni sentimientos ocultos que algún día aflorarían, todo lo que había estaba delante de mi, una cascara hueca, carente de todo sentimiento y anhelo, un hombre de piel morena y pelo oscuro, con una pala en la mano, eso era todo, o todo lo que el mago dejara que viera.

Poco a poco, sabiendo que frente a un ser así, carente de piedad ni compasión(aunque posiblemente también carente de odio y sed de sangre), mi vida no valía nada, descendí del caballo, me agache y golpee con mi puño el pecho luego le dije- Saludos maestro, soy un historiador de las tierras de Ekrom- por un momento espere un ligero cambio en el mago, un brillo en sus ojos al nombrar su viejo reino, pero lo único que había eran dos huecas pupilas observándome- He llegado aquí desde muy lejos, guiado por el sueño de una maga del antiguo Poder Hispano-Otra estúpida esperanza de ver una reacción, que no se produjo- para escuchar la historia de la creación del gran reino por boca de uno de sus fundadores.- Espere una contestación.

Quizás pasaron solo unos segundos, o puede que fueran minutos, el hombre sucio y malvestido, que realmente era un poderoso mago me siguió mirando, analizándome, y puede que incluso leyendo mi mente para saber si decía la verdad, poco después, de forma neutra e inexpresiva me dijo- La historia que conoces es muy aproximada a la que yo te contaría, ahora vete, vuelve a tu tierra, y déjame en paz.-

Un foco de ira despertó en mi interior, había recorrido millas, países, valles y desiertos para estar frente a ese hombre, y ahora me daba la espalda, no podía consentirlo, no DEBIA permitirlo- Quieres decir que......- Silencio, mi boca, no se movía, no tenia control sobre ella, ese mago había conseguido detenerla, ese bastardo me había silenciado, ese maldit... **MI SEÑOR** retumbo en mi cabeza, como si un mismísimo dios me hubiera gritado, y luego aplastado con su poderoso puño, solo dos palabras para lanzarme al suelo y dejarme semi inconsciente, luego la misma voz, con el volumen mucho mas bajo añadió **si quieres hablar con un poderoso mago dirígete a mi como lo que soy, si quieres hablar con un campesino, sigue hablándome así**.

Me incorpore, plante una rodilla en el suelo y volví a golpearme el pecho con el puño- Discúlpeme mi señor, le ruego que me preste un poco de atención, dado mi largo viaje hasta encontrarle-

Cuando alce la vista el campesino estaba de espaldas a mi, acercándose a la entrada de la cabaña, y con un gesto de la mano me ordeno que le siguiera.
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La cabaña, era tan pobre y descuidada por dentro, como lo aparentaba por fuera, un camastro en una esquina, una pequeña cocina con un par de armarios en la otra punta, una pequeña ventana y una mesa con 2 sillas en el centro, nada mas y nada menos, si eso era una torre de mago, prefería mi casa en el barrio comercial de ciudad de Ekrom. El mago me indico que me sentara en una de las sillas, y luego para mi sorpresa me pregunto- Un te? es bastante bueno, lo compre en la feria del pueblo la semana pasada-

Asentí con la cabeza y añadí- Se lo agradecería señor, hace mucho calor hay fuera- para dar mas énfasis a lo que había dicho me quite el sudor de la frente con la mano.

Puso una tetera al fuego, y se sentó, no se porque pero esperaba que hubiera aparecido una tetera con té helado en medio de la mesa, pero no hubo nada de eso.

-Pregunta rápido, pregunta concreto y márchate pronto- fueron sus palabras, frías y calculadas, detrás de sus ojos vacios, pero estaba empezando pensar que ese hombre no estaba vacio, simplemente ocultaba todo lo que había en su interior.

Decidí ser rápido y conciso, aunque la pregunta levantara la ira del mago- La primera pregunta es lógica señor, como un genio como usted que creó el reino y la ciudad de ekrom con sus tres compañeros acaba en este lugar- esperaba con toda mi voluntad no haberle ofendido.

Sus ojos vacios siguieron igual, sus palabras eran carentes de toda emoción- Estoy donde deseo estar, y nunca me considere un genio, no mas genial que aquel que encuentra un manantial y construye una fuente.-

No le respondí, no hico falta mi cara y mi mirada mostraban mi perplejidad total.

-En esos tiempos éramos 4 magos, ni especialmente poderosos, ni especialmente hábiles, nos conocíamos desde hace tiempo aunque no habíamos luchado bajo la misma bandera nunca, hasta que un hombre nos recluto- su mirada vacía mostro una punzada de dolor una milésima de segundo- da igual quien fuera, el seguro que no reencarnara mas, la cuestión es que como cuatro nuevos compañeros nos encargaron una misión, y en el transcurso de ella, en una paraje desolado que ahora conoces como ciudad de Ekrom, y mientras acampábamos por la noche los cuatro tuvimos el mismo sueño.
"Una bella ciudad, creada a base de magia y conocimiento, dentro de todo el poder, antiguamente accesible a todo aquel que quisiera entrar en ella, pero un día oculta, para protegerla de la codicia de los hombres, esa ciudad, una vez estuvo en ese lugar, y de alguna forma ahí sigue, esperando, a todo aquel que ella considera digno de visitarla, ya no en nuestro mundo, sino en el mundo de los sueños, donde ella misma desea estar, hasta que algún día pueda volver al mundo mortal, y mostrar su esplendor. Una ciudad hermosa, habitada por todos los hombres sabios y bondadosos que una vez vivieron entre los hombres, pero no habitada por magos, ellos no pueden habitarla, solo verla, si ella lo permite, los magos solo pueden protegerla, porque los magos son inmortales, y solo con la verdadera muerte ella te permite residir."
La visión fue clara, los cuatro nos despertamos a la vez, entre lagrimas, y no hizo falta decir nada mas, protegeríamos esta tierra, y construiríamos una nueva Ekrom, no por los mortales, sino por nosotros, porque nunca podríamos estar en ella excepto en nuestras horas de sueño, y eso simplemente era poco e inaceptable.-

-Así es- Dijo con una carcajada demencial, propia mas de la locura que de la frialdad- La grandiosa ciudad de Ekrom, centro de conocimiento y magia que tu conoces, no fue un gesto altruista y desinteresado, fue egoísmo y codicia, quizás entonces no lo viéramos así, quizás el resto de mis compañeros nunca lo vean así, pero después de un par de milenios y un centenar de vidas mortales esa es mi opinión- Ya no reía pero sus ojos ya no eran vacios, sino caóticos, y descontrolados, estaba perdiendo la compostura por momentos- Claro que fuimos grandes magos que hicieron todo lo posible por respetar Ekrom, por difundir su palabra y sabiduría, hombres sabios y buenos que hacían lo correcto, pero en el fondo de nuestros corazones, envidiábamos lo que nunca tendríamos, creo que por eso creamos Poder Hispano.

-Siempre pensé que Poder Hispano se dedicaba a proteger el reino de Ekrom, y difundir su palabra- le comente intrigado.

-Claro que SI!- grito y dio una palmada en la mesa- Nosotros defendíamos el reino de Ekrom, y la capital, cuidad de Ekrom, pero piénsalo fríamente, un centenar de magos, de diferente poder y alineación(algunos eran realmente malvados) que han visto y compartido un sueño, y que saben que es totalmente inaccesible para ellos, un grupo de magos que quieren mas de lo que pueden tener, y que defienden unos ideales, un reino y una capital... pero alguien defendía la verdadera ciudad de Ekrom?-

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Compadre compreme un coco, compadre coco no compro, porque el que poco coco come, poco coco compra, yo como como poco coco, poco coco compro, Compadre! Compreme un coco!

ElTioPaco

Empezaba a comprender, y de esta forma negué con la cabeza.

-Exacto- dijo ya totalmente tranquilo, con su habitual mirada vacía, aunque ligeramente triste ahora- Y tal como nos empezamos a dar cuenta, los cuatro fundadores empezamos a desaparecer, a dejar de reencarnarnos, hundidos entre la vergüenza y el dolor.

Tuve que cortarle para hacer un inciso- Pero el maestro Zeridian sigue en Ekrom-

-El maestro Zeridian- Dijo con una amarga sonrisa- Un estúpido, un loco, un soñador, un hombre bueno, quizá el mejor de los cuatro, pero también rompió el pacto, el juramento de protección, yo ya lo había roto antes que él, y había vuelto más tarde avergonzado, cuando el lo rompió por primera vez- La sonrisa se amargo aun mas- Te lo creas o no, hubo un tiempo que solo quede yo a la cabeza de Poder Hispano....-

Se levanto para servir el te, estaba caliente, pues no había hielo y el mago no parecía muy dispuesto a crearlo de la nada, después de un par de tragos me sentí mas relajado, lo suficiente para hacerle un cumplido- Realmente un te excepcional, mi señor- Y así lo creía de veras.

Una sonrisa tan vacía y falsa como su mirada apareció en su rostro, volvía a ser esa cascara vacía, por ahora, levanto la taza que tenia en la mano, en forma de invisible brindis y dijo- Y que lo digas, realmente bueno-

Decidí pasar a la siguiente pregunta, aun con temor, pero mas seguro de mi mismo- Por lo que se, y aunque es una apreciación mía, creo entender que tanto usted como el maestro Zeridian, consideran la Creación de Poder Hispano un error, no es así?- nada mas terminar tome un sorbo de té, la taza taparía mi rostro y me daría un segundo de ventaja sobre el.

Otra falsa sonrisa, otra mirada al infinito, otra neutralidad exasperante- No, desde luego que no, por lo menos por mi parte...-callo unos segundos, como si reflexionara- Puede que Zeridian lo crea, siempre fue un romántico y un soñador, aunque lo dudaría bastante.- Su mirada se ilumino unos segundos, un destello en el fondo de un pozo, que luego se apaga- Yo no me arrepiento, nuestra esencia, lo que somos, lo que nos convierte en únicos y diferentes son nuestras elecciones- Otro segundo de silencio para pensar- No me refiero a las elecciones que te obligan a hacer, ni a los momentos en que por cuestión de suerte o destino tu vida cambia, no me refiero a querer dar un paseo el día que un árbol cae sobre tu casa, todo eso, no son decisiones, sino hechos incontrolables, lo que nos hace humanos, y únicos es la posibilidad de tomar una decisión, y de volver a seguir la misma pauta en una ocasión similar, el ser un cobarde, o un héroe, se decide, de la misma forma que yo decidí formar parte de Poder Hispano libremente- Tomo un trago de té y continuo- Arrepentirte de una decisión que has tomado, o considerarla un error, es sinónimo de arrepentirte de ser lo que eres, o creer que tu mismo eres un error.

Todo quedo muy claro, apuntado en papeles sueltos, y por supuesto en mi cabeza, aquel hombre era alguien realmente duro, y práctico, pero algo fallaba, algo que ocultaba y que asomaba detrás de su autocontrol, Locura? era posible, pero esperaba que no, un loco con tanto poder podía ser alguien realmente peligroso.

Decidí seguir con mi entrevista, apure el resto de la taza de té y continúe- Entonces, si no volvió para luchar a las filas de Poder Hispano, o del reino de Ekrom para que volvió?-

El mago volvió a servirme otra taza de té, reflexionando sobre que diría- Si te soy sincero, volví a despedirme, llevo varios siglos en el mundo de los muertos, sin ánimo para seguir adelante, cansado y aburrido de la inmortalidad, mi único deseo me es negado, así que volví a Ekrom, no la mágica sino la que ayude a levantar, con la esperanza de que aquella poderosa ciudad, me invitara a visitarla por última vez, con el anhelo de pasear por sus calles un último momento, y así poder seguir en el mundo de los muertos (del cual puedo salir a voluntad) el resto de la eternidad.-

Realmente una observación interesante, volver a la vida para regresar al hogar, un hogar que nunca fue suyo, y al cual tenía prohibida la entrada, algo poético, y triste, que me llevo a la siguiente pregunta- Lo consiguió???-

Un fulgor en sus ojos, podría ser ira, o incluso odio, imposible saberlo, pero enseguida desapareció- No, mi vieja y bella ciudad me negó la entrada- negó con la cabeza- Sin embargo me encontré a Zeridian, no creía que lo volvería a ver nunca más, eso me alegro en parte, pero no lo suficiente.

La entrevista llegaba a su final, una última pregunta y volvería para Ekrom, esta era sin duda la pregunta más peliaguda de todas- Ahora que es lo que hará? me acompañara a Ekrom?-

La contestación fue una carcajada amarga- No, en cuanto te vayas desapareceré, Zeridian no me encontrara aquí aunque alguien venga a buscarme- Se levanto tranquilamente de la silla y se dirigió a un viejo baúl a los pies de su cama- Aunque antes, debo hacerte un regalo- Abrió el baúl y saco dos bultos, uno era una especie de paño plegado y el otro una pequeña caja.

Se sentó en su silla y puso ambos objetos sobre la mesa, distantes el uno del otro, pero ambos a la misma distancia de mi, retiro las manos de encima de ellos y comenzó a hablar.- he renunciado a hacer uso de la magia para prácticamente nada en mi vida, pero guardo aun dos cosas de gran valor de mis tiempos de poderoso mago, ambas me son preciadas y queridas y te voy a regalar una de ellas, la que tu elijas, pero recuerda, nosotros somos las elecciones que tomamos, haz una elección sabia, y no te arrepientas nunca de ella.-

Me quede parado, estupefacto, no estaba preparado para una prueba así, no quería enfrentarme a algo de tanta magnitud, dos objetos poderosos, pero qu...-Que son?- le interrogue incluso antes de preguntármelo a mí mismo.

Rio con fuerza, cada vez veía con más claridad la locura que lo consumía, que lo destrozaba por dentro, aunque también veía el poder y la fiereza con la que se enfrentaba a ella, y conseguía en gran medida, dominarla, al terminar de reír me dijo- El primero es un paño sin ningún valor mágico, solo simbólico, hasta el día de hoy para mi, puede que ahora valga algo también para Zeridian, aunque lo dudo- Se detuvo, observo divertidamente mi cara y continuo- Se trata de algo que me lleve de la verdadera ciudad de Ekrom, la del mundo de los sueños, en una de mis múltiples visitas, no recuerdo como lo conseguí pero al despertarme lo tenía bajo mi brazo, lo he estado guardando y escondiendo reencarnación tras reencarnación.-

-Que es?- Pregunte.

-El único y verdadero estandarte de Ekrom- Dijo mientras lo desplegaba con cuidado- Seguro que nunca lo habías visto- Se trataba de una tela brillante como la seda, de color negra, en forma triangular, en su interior con hilos de oro había dibujada un libro abierto, de el salía una ciudad, y rodeándola, con hilo de plata un circulo, un escudo que la protegía y hacia invisible, algo realmente bello.

Me quede congelado, estupefacto y anonadado por la belleza de esa simple tela, no dije nada, pero el mago siguió hablando- El otro tesoro, el del interior de la caja- Abrió la caja y había una pequeña fruta, algo más grande que una cereza, dentro- Es completamente lo contrario, No tiene ningún valor simbólico, y mucho valor mágico- se detuvo para mirar el fruto un segundo- Es un objeto querido para mi porque contiene mis recuerdos, el solo comerlo te daría todo el conocimiento que he almacenado durante más de dos milenios de existencia, podrías recordar todo lo que he visto y oído durante este tiempo con total detalle,  todo lo que he creado, música, arte, y lo que he contemplado, civilizaciones que nadie recuerda, animales extintos hace siglos que sin estos recuerdos se perderán en el constante hilo del tiempo, todo lo que he sabido en mi vida esta aquí, cométela y será tuyo.- cerro la caja y me miro expectante- Ahora decide-

Una dura elección por supuesto, un rayo de esperanza para el reino de Ekrom, o el sueño de todo historiador, una decisión imposible. Ekrom no necesitaba esperanza, tenía a Zeridian, por otro lado yo podría contar tantas cosas. Si no me lo llevaba, ese estandarte volvería a pasar una eternidad oculto, sin embargo, ese fruto era solo una prueba de avaricia.

Los minutos pasaron, y al final tome mi decisión, con lagrimas en los ojos hable- me llevo el estandarte- dije sin convicción.

Una enorme sonrisa apareció en su rostro- prefieres un trozo de tela sin valor, al sueño de toda tu vida?- Recalco con crudeza la palabra SUEÑO- Que así sea, tómalo y llévatelo, Zeridian estará contento, igual hasta te deja observarlo en los días de celebración- La risa de un hombre demente retumbo en toda la habitación, demente? no, no estaba loco, simplemente dolido, por ser rechazado por la ciudad que tanto amaba.

Me levante de mi asiento, y deposite el estandarte perfectamente plegado en mi bolsa, pero algo me detuvo, me gire y le pregunte una última cosa a mi anfitrión- No tendrá algo donde lo pueda colgar y llevármelo así verdad- la pregunta sobresalto al mago, que en seguida volvió a tener esa mirada vacía que tanto esfuerzo le costaba mantener, una mirada que llegue a admirar, porque era una lucha sin cuartel contra todos sus sentimientos.

Alargo la mano a una escoba que tenía en la cocina, y de un golpe fuerte separo el mango del cepillo, en silencio me la tendió y ate la preciosa tela en ella, no era una lanza pero valdría, había decidido llevar ese símbolo a la vista durante todo el viaje.

Me encare a la puerta, y mire al mago una última vez- no volveremos a vernos verdad- No fue una pregunta, sino una afirmación.

Tendió su mano a la mía, esperando que se la estrechara, y así hice- No lo creo, pero la inmortalidad da para mucho, quizás nuestros caminos se encuentren en un futuro lejano-

Perplejo le conteste- Yo no soy inmortal- Un brillo de malicia, de conocimiento que yo tenía velado apareció en sus ojos, sus palabras mientras salía por el marco de la puerta fueron las siguientes- lo siento, soy un viejo estúpido, se me olvidan esas cosas-

Me aleje de la granja en mi montura, con el estandarte ondeando al viento, bien alto, pensando si había hecho lo correcto al elegirlo, cuando vi que un par de campesinos me seguían montados en burro, no le di importancia, hasta que llegue a un pueblo, cuando salí de el, todos sus habitantes me seguían, mirando fijamente el estandarte que llevaba, al cabo de un día, iba al frente de un millar de hombres camino a Ekrom, no pude sino reírme al pensar en las palabras del mago "un trozo de tela sin valor", me puse rumbo a mi futuro, mi historia no acaba aquí.


(Capitulo 3 de historias de Ekrom, libro encontrado en la biblioteca principal de ambas ciudades de Ekrom, tanto la real como la mágica)


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(Anexo al capítulo 3 de historias de Ekrom, encontrado únicamente en la biblioteca de la VERDADERA ciudad de Ekrom)

Me quede mirando cómo se alejaba durante horas, siguiéndole con mi vista mágica, con una sonrisa en la cara, un joven interesante, algún día habitaría Ekrom...

-NO!!!!!!- Grite mientras cerraba la puerta de golpe, esta salió de sus goznes y siguió girando en el aire mientras se alejaba unos doscientos metros mas, cada vez me resultaba mas difícil contenerme... cada vez más complicado, una revelación apareció en mi mente, "estas solo en medio de la nada, no puedes dañar a nadie, libérate" susurraba mi propia voz en mi mente, y en ese momento decidí dejar de luchar.

-Porque él!!!-Grite con todas mis fuerzas- Que tiene de especial!!!- descargue mi puño sobre la mesa, esta se partió en dos como si fuera una cartulina, pero no solo la mesa, la cabaña entera se abrió por la mitad, mostrando el bello y despejado cielo.

Me arrodille entre lágrimas de amargura y mire al cielo, luego alargue los brazos implorándole- Que tiene el que no tenga yo!!!- gritaba, como si no supiera la respuesta, la misma respuesta de siempre, esa que mi lado cuerdo siempre susurraba "el es mortal, tu no"- Cree obras para ti, Música, arte y pintura, levante una biblioteca tal como la vi en mi sueño, pero no es suficiente, me pides lo que no te puedo dar!!- seguí gritando al luminoso firmamento- Porque!!- Iba a preguntar pero no tuve tiempo, jamás pronuncie esa última pregunta.

Un relámpago surco el cielo, un trueno retumbo en la tierra, y ambos llegaron al encuentro, se juntaron para formar un único rayo en un cielo totalmente azul, el fantástico fenómeno entro por la grieta de la cabaña e impacto sobre mi, no quedo nada de mi cuerpo mortal, simplemente fui desintegrado.

Abrí los ojos confuso, mire mis manos y pude ver a través de ellas, había muerto otra vez, pero no me encontraba en las puertas del cielo, rodeado de ángeles, como era ya tristemente habitual, me encontraba al pie de unas escalinatas, unas que yo conocía muy bien, pues había dibujado centenares de veces, estaba sin duda alguna en la entrada de la mágica y mística ciudad de Ekrom.

Frente a mi había un hombre rechoncho, con una gran barriga y una larga barba, me tendió una mano para que me incorporada (estaba echado en el suelo y no me había dado cuenta), estúpidamente le ofrecí mi mano aun sabiendo que se traspasarían, pero no ocurrió, el fantasma tan translucido como yo me ayudo a levantarme y me hablo- Bienvenido señor, hacía mucho tiempo que le esperábamos-

Dos personas estaban detrás de el, tan transparentes como todos los demás, pero eran dos personas que conocía muy bien, una de ellas me abrazo antes de que le pudiera decir nada- Bienvenido a Ekrom viejo amigo, has tardado mas de lo que esperábamos-

Estupefacto lo mire, aun sin creérmelo, se separo de mi y el otro hombre se acerco y también me abrazo- Esta vez es para siempre amigo mío, es para siempre- me dijo mientras mantenía a raya unas lagrimas.

Solo pude decir- Pero cómo? porque ahora?-

El hombre rechoncho y con barba me hablo- El estandarte maestro, el estandarte, de verdad creyó alguna vez que la ciudad se lo había regalado para que lo escondiera?, era una señal, una petición, un reclamo de atención para los que casi la habían olvidado, y ahora la misión del estandarte ha comenzado, y su recompensa señor, es esta.-

Volví a llorar, pero esta vez, mis ojos se inundando de lagrimas de alegría, estaba en casa, por fin, estaba en casa.

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