Ya cabros, me llegó el mensaje de la fea de Chaos y todo bien.
Les cuento, el 27 de febrero se casaba mi primo en Cabrero, una localidad a 80KM al suroeste de Concepción. Durante el dÃa estuvimos preparando el matrimonio en el fundo de mi tÃa, nos acostamos a las 2 am del 27 aprox. Esa noche dormà en el segundo piso de la casa, en un camarote (litera) y mi novia dormÃa en el camarote de más arriba, todo esto con vista a la piscina (alberca, pileta o como quieran llamarle) que tiene la familia de mi tÃa.
Fue terrible, no le temo a los temblores por que me he acostumbrado a ellos, asà que mi primera impresión fue darme vuelta para el otro lado y seguir durmiendo. Lo extraño fue la duración. La ventana que da a la piscina quedaba sobre mi cabeza, asà que cuando vino la primera sacudida fuerte, atine a taparme la cabeza con la almohada para que el vidrio no callera sobre mi. Luego recordé la cama donde dormÃa a y desde la mÃa comencé a tratar de sujetar la de Vanina (mi novia), eso duarnet unos 30 a 40 segundos. Luego ocurrió algo extraño, pues el movimiento como que se detuvo, aproveche de levantarme de la cama y ver que todo estuviera bien. Mi madre, mi hermana y mi sobrino, que dormÃan en la cama de al lado (una queen size) ya estaban despiertos, y oÃa a mi mamá rezar. mi sobrino de 3 años le decÃa a mi hermana "tranquila mamá, si yo te voy a protejer del viento (el creÃa que era un vendaval). Como pude me puse de pie y mire hacia afuera, hacia la piscina, y en ese momento se detuvo el movimiento de lado a lado y comenzo un movimiento de arriba a abajo. El agua en la piscina comenzó a moverse como si estuviesemos en alta mar, y una especie de neblina comenzó a aparecer en uno de los extremos de la piscina. la sensación que tuve en ese momento fue algo que jamás olvidaré. Terror, esa es la palabra que mejor la describe. Mi primera impresión fue "esto es el fin del mundo" y les juro que en ese momento esperé ver meteoritos cayendo del cielo. Mi madre comenzó a llorar mientras rezaba. Mi hermana en ese momento marca el telefono celular de mi papá y se contacta con él... lo único que escuché fue un "esta wea es increÃble" desde el otro lado de la linea. Era mi padre gritando desde Santiago, a 500 km de distancia, tan asustado como nosotros. Camino hacia la salida del cuarto a buicar a mi hermano que dormÃa doa habitaciones más allá. En el camino me encuentro con mi tÃa Rosa, la dueña de casa, llamando a la calma. Localicé a mi hermano, lo abracé y le dije que fuera a ver a la mamá. En ese momento escuché una sonajera de vasos y botellas cayendo desde un modular al suelo en el comedor en el primer piso. Me devolvà a la pieza, vi a mi novia buscando su celular y la ayudé, me puse pantalones,. esperé a que todos salieran del cuarto y bajamos. Al llegar a la entrada de la casa el temblor se detuvo. Saqué un cigarro y me unà al grupo de gente que trataba de comunicarse con los demás, pero ya la señal de Movistar (o Vomistar si ud prefiere) habÃa caido. Mi tÃa comenzó a preguntar por Fabián, el hermano del novio, quien se irÃa a Cabrero al dÃa siguiente y que estaba trabajando en Cobquecura, pero no podÃamos contactarlo. Luego de eso le envié un sms a mi suegra, avidándole que estabamos bien. entramos nuevamente a la casa y mi tÃa nos pidió que subieramos al 3er piso a buscar colchones y colchonetas para dormir abajo. De alguna forma llegué al dormitorio de ella, donde mi tÃo descansaba, y le pedà que bajara. El con ese pragmatismo tan caracterÃstico del huaso chileno me dijo "No se preocupe mijo, si ya no pasó nada acá, y si tenemos que morir, es por algo. Si es nuestra hora hay que aceptarlo no más". Algo más tranquilo bajé y ayudé a la gente a acomodar los camastros. En eso mi hermano recordó que su celular tenÃa conexió a la radio y rápidamente ubicó una: Radio Pudahuel, que estaba transmitiendo m´´usica tropical. Luego de eso se interrumpió y la voz de un locutor apareció llamando a la calma, con una voz tan temblorosa como mis rodillas. Durante un rato estuvimos escuchando sus "llamados a la calma", que no hacÃan más que ponernos nerviosos, hasta que comenzaron la primeras infomaciones. Primero dijeron que el epicentro estaba en Constitución... lo horroroso fue cuando confirmaron que el epicentro fue en Cobquecura, donde trabajaba mi primo. La madre de mi novia contestó a mi mensaje con un "yo tb estoy bien" y todos los demá me pidieron el teléfono para contactarse con alguien en Concepción. La radio informaba que no habÃa peligro de Tsunami, pero las 25 personas que estabamos en esa casa sabÃamos que eso no podÃa ser descartado tan facilmente. Tratamos de ponernos en contacto con mi primo y no hubo caso. Pronto la radio comenzó a emitior mensajes de personas que querÃan ubicar a sus seres queridos... de pronto una réplica. Volvimos a salir de la casa y a entrar. Una de las hermanas de la novia le comentaba a mi hermano sobre el llanto de los perros, que aullaban de una manera terrible hasta aprox. 3 minutos antes de que comenzara. Mi hermana recordó que esa noche no hubo mosquitos, una molesta especie tan común en la zona. Yo recordé las palabras de los más veteranos que he conocido en mi vida y que decÃan "hijo, antes de un terremoto y después de él, siempre cambian las condiciones climáticas" Mito o verdad, el caso es que el 25 de febrero tuvimos 33ºC a la sombra en cabrero, y el 26 la máxima no pasó de los 20ºC.
Replica tras réplica nos fuimos acostumbrando hasta el amanecer. Mi primo y su novia fueron a ver que ocurrÃa en la Iglesia del poblado y llegaron diciendo que no se podÃan casar, que la Iglesia, salvo su estructura principal, estaba destruida. Comimos queques, galletas y bizcochos ese desayuno, puesto que no habÃa donde conseguir pan. La información comenzaba a emerger y alguien escuchó que habÃa sido un sismo IX en mercalli. Me preocupé, puesto que la descripción del IX mercalli en Chile, en comparación con la Richter es muy mentirosa. En Chile 6.51 Richter no ocasiona muchos daños y se considera un V ó VI mercalli, pero en otros lugares es un IX en dicha escala. Seguimos tratando de comunicarnos con mi primo, hasta que a las 12 PM establecimos el contacto. HabÃa pasado la noche en Concepción y no en su cabaña de Cobquecura. Ya más tranquilos nos dispusimos a revisar los daños de la propiedad ya sin temor a las réplicas del cataclismo...
Eso es lo que puedo contarles del sismo en resumidas cuentas chicos. Gracias a todos por su preocupación...