Historias del retorno

[karadras]

"Aun recuerdo aquel dia aciago. El amanecer ya portaba el hedor de las huestes apostadas en las fronteras de mi feudo, pertenecientes a diez magos rivales. Los ataques llevaban sucediéndose durante dias. Mi pueblo resistía, defendiéndo sus granjas y establos con horcas y aperos de labranza, pues los soldados ya hacia tiempo que alimentaban a los cuervos en las llanuras. No pasaba una sola noche sin que las escaramuzas se sucedieran contra las aldeas y los campos. Ya casi ni las fortalezas podían resistir el asedio. Por mas que, desesperados, los diplomáticos cabalgaban hacia los campamentos enemigos, buscando conocer las razones de los incesantes ataques, nunca se obtenía respuesta. Los caballos volvian portando las cabezas cortadas de mis mensajeros.
Había tomado una decisión. Aquella noche, realizaría un ataque total, lanzaría todas mis tropas hacia el enemigo, y dejaríamos tiempo a los refugiados para huir a tierras aliadas.
-Mi señor, cabalgad guiando a los refugiados- me pidió el jefe de la guardia.-En ese campo batalla solo hayareis la muerte. Nuestro pueblo requiere vuestra guia.

-Solo te diré una cosa, Lievark-contesté yo.-Un señor no ha de ser el amo de sus seguidores. Al igual que un padre protege a sus hijos con su propio cuerpo, si es necesario, así protegeré yo a mis hombres con mi magia.

Lievark me miró, silencioso. Observando sus ojos, pude ver que no confiaba en mi debil apariencia. El sabía lo que me esperaba en aquella llanura. Yo también.
Tome un pergamino, y escribí una pequeña nota. Saqué una paloma de su jaula, até el pergamino a su pata, y elevé una plegaria al padre Sol, mientras lanzaba al animal por la arpillera de la torre. Con un suspiro, me volví de nuevo hacia Lievark, mi fiel guardian. Pude apreciar la pena en sus ojos.

-Prepara mi montura. Cabalgaré con vosotros, en la vanguardia.

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Aquella figura caminaba lentamente entre la niebla. El suelo, tiznado, se había convertido en una sangrienta brea, bañado por la muerte de millares de hombres. El olor a ozono dañaba las fosas nasales, producto de las descargas mágicas, y de la muerte de las bestias invocadas. Y, sobre todo aquello, la figura recorria un camino inestable, con su cabeza gacha, y una túnica raida y destrozada, que una vez fue roja.
Un sonido se alzó sobre el graznido de los cuervos y el ulular del viento. El trote de los caballos se fue amplificando, hasta resultar en sordecedor. Una hueste completa invadió la llanura de la batalla, manteniéndose a una buena distancia de la figura solitaria, hasta que alguien advirtió su presencia. Se acercó a él, y rapidamente,, retrocedió con su caballo. Momentos despues, un caballero, que montba un magnífico corcel con barda, se acercó, y descendió de su montura, acercándose rapidamente al caminante solitario.

-¿Karadras? Karadras el rojo, ¿Eres tu? Recibí tu mensaje, y he venido en tu ayuda. ¿Que ha ocurrido?

El extraño elevó su mirada. Tenía una terrible herida en la frente, cubierta por una costra de sangre seca. En su cara se apreciaba el horror...y la vergüenza.

-Lord... Dart, os he... fallado.-Pronunció, con los labios cuarteados.-Mi tierra, mi pueblo, no son mas que cenizas. Diez ejércitos fueron demasiados. No pudimos resistir. Mis hombres han muerto, y los restos de los aldeanos huyen ahora hacia tierras aliadas. No hay ya nada que pueda hacerse.

-Karadras, vengaremos este agravio. Ven con nosotros, volverás a la gloria. Compartiras con nosotros la victoria. Y tu honor te será devuelto.

-No, mi señor. No hay ya nada que yo merezca. Solo os pido una cosa.

-Lo que seas, sabes que te lo daré.

-Pues dadme un caballo, el mas viejo que tengais, pues tengo un largo viaje que hacer.

-Pero, ¿hacia donde?¿Adonde dirigiras tus pasos, herido, sin comida ni agua?.

El caminante elevó su rostro mustio. Se retiró la capucha, dejando ver su ensangrentado pelo, y arrancando de su túnica roja el blasón de los cazarecompensas.

-Hacia la redención, mi señor. Hacia la redención.

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Los campesinos recogían aquel dia el heno de los campos. El sol radiaba, mientras una suave brisa mecía los campos de trigo, ya listo para la cosecha. Un caballo al paso seguía el sendero a traves de los campos. Su jinete, embozado en una túnica blanca, se dirigió hacia una de las pequeñas granjas. Al llegar, el granjero se acercó a él.

-¿Que deseais, señor? Por vuestro atuendo, he de deducir que sois un hombre de dios.

-¿De dios? Si, en cierta medida. Oidme, gentil hombre, ¿quien gobierna estas tierras?

-¿No lo sabeis, mi señor? Debeis de llevar mucho tiempo sin noticias del mundo. Hace años que estas tierras son parte de la coalición de los Cazarecompensas. Es una de las mas grandes alianzas de magos.

El extranjero sonrió. Dirigió una mirada en derredor, hasta vislumbrar el palomar situado cerca de la cabaña del campesino.

-Veo que teneis palomas. ¿Hay alguna entrenada como mensajera?

El campesino asintió. El extranjero tomó su mano, y depositó sobre ella dos monedas de oro, antiguas y en deshuso, pero aun mas valiosas que toda la granja.

-Espero poder pagaros con esto un breve mensaje. Enviadlo a la corte del señor de estas tierras. Es un mensaje muy breve.

El extraño puso sobre la otra mano del campesino un pequeño pergamino, sin atar. Tomó de nuevo su caballo, y se alejó al trote. El campesino, anonadado por la extraña visita, se dispuso a enviar el mensaje. Mientras lo ataba a la paloma, el pequeño pergamino se abrió, tan solo para sorprender al campesino aun mas. Tan solo contenía unas breves palabras.

"Mi señor, Karadras ha regresado".

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Bueno, dedico un grandioso saludo a todos vosotros, y en especial a los miembros de mi antiguo gremio. Vuelvo de nuevo a estos lares, esperando encontrar la diversión, ya que en mi última estancia aquí solo obtuve, al final, una implacable tormenta de insultos y guerras absurdas, que me acabaron aburriendo. Viendo que VAT se ha consolidado bastante, los felicito, y tambén a su nuevo diplomático. Espero que tu labor sea mas notable que la mia.

Bueno, os veo en el juego. Un gran saludo.

[CaZaReCoMPeNSaS]

Vaya Sorpresa me acabas de Dar!!!!!!!!!!!!!!

Kuanto tiempo, pensaba ke ya pasabas de jugar, me he akordado de ti mucho tiempo, y en el msn muerte celebral,jejeje.

No veas amigo mio, nos has perdido tu juego de palabras y tus roleros mensajes.
Ciertamente hac epoko se anuncio el nuevo diplomatiko, si.
Pero siempre podras contar con VaT, estara a tu disposicion, para eso y para kualkier deber, como ayudar al diplo o kualkier kosa ke pueda hacer por ti solo dimela.
Y todo mi apoyo personal, me has alegrado el dia con tu nueva llegada.
Me tienes a tu disposicion.
Kuidate y espeor verte en el lord amigo mio.

[Nathan]

joer karadras me emocionado.... :cry:  :cry:  

[Ocean]

Lo bonito y complicado q puede ser decir : he vuelto.

Ha estao mu bien karadras

[karadras]

Me alegro de que os haya gustado. Un saludo a todos. Nos vemos en el juego. Por cierto, ya no soy Karadras el rojo. Ya vereis el cambio ;).

[Pablox]

ahora has añadido a tu nombre "el del culo"... ?

Buen relato

[karadras]

jajajaja... no, que va. Eso ya lo añadí en su dia. Lo de que me atacaron diez magos a la vez no es por darle vidilla a la historia, es real. Digamos... que me abrieron los (mas bien EL) ojos (mas bien OJO). Espero haber aprendido suficiente de ello.